martes, 21 de julio de 2009

Virgen del Carmen, patrona de Huaura

Transcripción de la Resolución de Alcaldía que declara a la Santísima Virgen del Carmen como patrona de Huaura

“Año de los seiscientos mil turistas”

Resolución Nº 632-96-A-MDH

Huaura, Julio 09 de 1,996

EL ALCALDE DE LA MUNICIPALIDAD DE HUAURA

VISTO:

El acuerdo de sesión extraordinaria de Consejo de fecha 08 de Julio de 1,996 referente al homenaje que el Concejo rendirá a la Virgen del Carmen Patrona del Distrito de Huaura.

CONSIDERANDO:

Que, la Municipalidad Distrital de Huaura como ente de Gobierno local tiene la función de promover y valorar las costumbres culturales y religiosas de la población;

Que, Huaura es un pueblo que expresa su fe cristiana y católica y reconocen como Patrona del Distrito de Huaura a la Santísima Virgen Nuestra Señora del Carmen;

Que, todos los 16 de Julio de cada año se celebra la festividad en honor a la Santísima Virgen del Carmen, para lo cual el Consejo a acordado condecorar con la Medalla Municipal a la Santísima Virgen del Carmen y;

En el uso de las facultades que confiere la Ley Orgánica de Municipalidades Nº 23853;

SE RESUELVE:

ARTICULO PRIMERO

DECLARAR como Patrona del Histórico Distrito de Huaura a la Santísima Virgen Nuestra Señora del Carmen.

ARTICULO SEGUNDO

RENDIR HOMENAJE Y CONDECORAR con Medalla en nombre del Consejo y en representación de la comunidad cristiana del Histórico Distrito de Huaura a la Santísima Virgen Nuestra Señora del Carmen.

ARTICULO TERCERO

DAR a conocer a las Autoridades religiosas del Distrito y a la Provincia la presente resolución.

Regístrese, Comuníquese y Archívese.

Edilberto Marcos Díaz

ALCALDE

Monseñor Carlos Manrique Cervantes

Queremos alcanzar algunas notas sobre Monseñor Carlos Manrique, sacerdote de grata recordación en el pueblo de Huaura y aledaños.

Se hizo cargo de la Parroquia San Antonio Abad de Huaura en 1925, a la que llegó con el encargo de Mons. Emilio Lissón Chávez, Arzobispo de Lima de organizar el Seminario Menor de Santo Toribio.

Celebró sus bodas de plata sacerdotales el 24 de febrero de 1946. La Misa en honor a este acontecimiento fue celebrada por el Monseñor Fernando Cento, Nuncio Apostólico de Su Santidad y Decano del Cuerpo Diplomático.

Con motivo de celebrar 25 años a cargo de la parroquia de Huaura se constituyó una comisión integrada por los señores R. P. Ramón Suárez, profesor del Convento de la Merced; el Dr. César A. Temoche, Juez de Primera Instancia en lo Civil de la Provincia y Presidente de la Hermandad del Señor de la Sentencia; Teniente Coronel Raúl de la Riva Agüero, Jefe Militar Provincial; y los Sres. Emilio Reyes y Hermenegildo Gatti. A la ceremonia de homenaje que se desarrollo el 21 de setiembre “(…) asintieron diversas autoridades, los párrocos de Barranca, Pativilca, Supe Pueblo y Sayán, y especialmente invitados el Excmo. Mons. Francisco Solano Muente, Obispo de Rhasso, el Sr. Subprefecto de la Provincia Don Manuel E. Sánchez Concha, el Tnte. Coronel Rodolfo Muente Campos, y personas visibles de Huacho y Huaura”. La Misa y Te Deum se celebro en la capilla del Carmen y la recepción en el Centro Social Deportivo Huaura, institución que guarda grato recuerdo de él, pues fue su promotor.

Mons. Carlos Manrique Cervantes falleció el 12 de febrero de 1958, sus restos descansan en un el cementerio de Huaura en un mausoleo especialmente construido al que fueron trasladados sus restos en 1962.

Construcción e inauguración de la Iglesia de la Virgen del Carmen

A fines de junio de 1952 llegaron a su fin los trabajos de construcción de la Capilla que hoy conocemos, la misma que fue bendecida el domingo 13 de julio de 1952 por el Monseñor Carlos Jurgens, Obispo de Huancavelica y apadrinada por el Sr. Presidente de la Republica General Manuel A. Odría y su esposa la Sra. María Delgado de Odría, representados por el Sr. Silvio Revilla Tejada, Subprefecto de la Provincia y su esposa la Sra. Mina de Revilla. La obra fue promovida por el Comité Pro-Capilla presidido por el Monseñor Carlos Manrique, párroco de la Huaura y secundada por el Comité de Damas huaurinas. La construcción estuvo a cargo de los Hermanos Liborio y Daniel Vargas Quineche, a un costo aproximado de S/. 250 000.00, que fue cubierto “solo con la piadosa limosna y el óbolo especial de los millares de devotos de la milagrosa Virgen”, limosna que depositaban en la alcanciílla de la Virgen, ubicada al lado del camino pasando el puente, no solo los transeúntes sino también chóferes y viajeros que circulaban por la Carretera Panamericana y el ferrocarril. (Foto: Diacono Víctor Hugo Barrón)

Capilla de la Virgen del Carmen, 1940

Esta capilla habia sido reconstruida en el año de 1931 con fondos de la municipalidad, monto que luego fue devuelto por la parroquia. (Foto: Archivo Regional de Lima)

Referencia más antigua sobre la capilla

El ingles Mr. Tudor, quien desembarco en el puerto de Huacho y se dirigió con su comitiva a Cerro de Pasco relata en sus notas de viaje correspondiente al día jueves 20 de enero de 1825, lo que observo a su paso por la Villa de Huaura:

“[cruzamos el río] por un puente en estado ruinoso con uno o dos de los arcos semidestruidos, (…). En este lugar el río o torrente, está confinado a un estrecho canal entre rocas perpendiculares a través de las cuales se precipita con furia. Hay una pequeña ermita y capilla en el lugar, las que, junto con el puente ruinoso, las rocas, el torrente, etc., presentan una pintoresca escena”.

Esta es la referencia más antigua que hemos podido encontrar sobre la existencia de la capillita, como la llama.

Antiguo puente de arco sobre el río Huaura

El Batallón Numancia recibe la bandera del Ejército Libertador al momento de pasar por el Puente de Huaura. Acuarela de Bernardo O’Higgins

Don Ricardo Palma: "El puente de los pecadores"

Don Ricardo Palma en su tradición que titula “El Puente de los pecadores” nos cuenta sobre el origen de la devoción a la Virgen del Carmen en el puente de Huaura lo siguiente:

“A principios del siglo XVII, y para comodidad de los que viajaban de Lima a la costa-abajo, (…) se construyó sobre el rió de Huaura un puente de un solo arco, el cual descansaba por un lado sobre unas peñas del cerro de Chacaca, que esta a la entrada de la villa, y por el opuesto en una enorme piedra cerca de Peralvillo. (…)

Que no debió ser obra muy sólida la del puente, lo prueba el que, en 1785, el subdelegado don Luis Martín de Mata, constructor también del río de Santa, emprendió repararlo con erogaciones pecuniarias de los agricultores del valle. El subdelegado llevó a buen término su empresa; más algunos vecinos, enemistados con la autoridad, se echaron a decir que la refacción estaba mal echa y que el puente amenazaba derrumbarse el mejor día.

A la cabeza del bando oposicionista y asustadizo estaba don Ignacio Fernández Estrada, hacendado influyente, quien obtuvo del Virrey licencia para construir un nuevo puente sin gravamen del Real Tesoro, pero concediéndosele durante treinta años el derecho de cobrar medio real de peaje a cada persona, y un Real por cada acémila.

Como era natural, todos prefirieron el pasaje gratis por el puente antiguo, y esto no hacia la cuenta al concesionario Fernández Estrada. Yo no sabré decir cómo se las compuso este caballero; pero lo positivo es que un domingo, antes de dar principio a la misa, leyó el cura a los feligreses un pliego arzobispal, por el cual su ilustrísima declaraba en pecado mortal a todo el que se arriesgase a pasar por el antiguo puente; pues con deliberada voluntad se ponía en flagrante peligro de muerte, o lo que es lo mismo, se colocaba con idéntica condición a la del suicida.

Si ello hubiera sido mandato gubernamental, de fijo que todos los vecinos se habrían confabulado para no traficar por el puente nuevo. Pero eso de comprometer, no la pelleja, sino la salvación eterna, era ya cantar distinto. “Que sufra el bolsillo y no sufra el alma”, dijeron a una los feligreses.

Y Fernández Estrada empezó desde ese día a hacer caldo gordo con los maravedíes que cobraba por derecho de peaje.

¡Ay del desventurado que se hubiera atrevido a poner la planta en el puente viejo o el puente excomulgado! Los muchachos lo habrían apedreado por mal cristiano y hereje y francmasón, (…)

Pero ¡fíese usted de puente favorecido con la bendición archiepiscopal!

En 1810, en momentos en que caballera en mula regresaba una india para el caserío de Végueta, antojósele al puente nuevo decir: “aquí di fin”, y se derrumbo con estrépito. La pasajera se encomendó a la Virgen del Carmen, y en vez de dar al río, se encontró sana y salva junto con su mula en la banda opuesta.

En memoria de la milagrosa salvación de la india se levanto en ese sitio una capillita dedicada a la Virgen del Carmen, y a la cual la devoción popular obsequia constantemente con cirios”

Historia de la devoción a la Virgen del Carmen

Su nombre viene del Monte Carmelo, en Israel o Tierra Santa. A este monte se retiraba a rezar el profeta Elías (siglo IX a.c.), y en ocasión en la cual Dios había castigado a su pueblo rebelde con un verano de tres años, Elías estando rezando en la cima del Monte Carmelo envió a su secretario a que observara en el horizonte para ver si veía algo. El otro volvió a contarle que se veía una pequeña nube. Con esto entendió Elías que ya iban a llegar las lluvias Y en efecto la nube fue creciendo y se convirtió en una inmensa y muy provechosa lluvia que alegró enormemente a aquellas gentes que llevaban 36 meses sin agua. (1 Re 18, 17-45)

La Iglesia Católica ha creído que esa nubecilla que apareció en el Monte Carmelo era imagen o anuncio de María, la cual al aparecer en este mundo nos trajo la más bella noticia: la de que con Ella, por medio de su Hijo Jesucristo, nos llegaría la más grande y provechosa lluvia de gracias sobre todos nosotros, pobres, pecadores (Carmen significa: tierra fértil que produce muy buenos frutos. Eso es la devoción a Nuestra Señora del Carmen)

Desde hace muchos siglos se reunieron en el Monte Carmelo varios monjes a rezar y hacer penitencia, y la gente los llamaba Los Carmelitas. Estos religiosos le tenían una gran devoción a la Virgen Santísima y le erigieron un templo en esa hermosa montaña.

Pero en el siglo XI d. c. llegaron los mahometanos, terribles enemigos de la religión católica, y destruyeron todo a sangre y fuego. Muchos monjes murieron mientras cantaban himnos a la Santísima Virgen, pero algunos lograron huir y embarcarse y llegar hasta Italia. Allá empezaron a propagar la devoción a la Santísima Virgen y las gentes los seguían llamando Los Carmelitas.

Entre los monjes llegados del Monte Carmelo hubo uno que se hizo célebre por su santidad, por su amor a la Virgen y sobre todo por una aparición que recibió. Fue San Simón Stock. Dice la tradición que un 16 de julio de 1251 la Santísima Virgen se le apareció y le prometió conceder ayudas muy especiales a quienes lleven el Santo Escapulario como un acto de cariño y devoción de honor de la Madre de Dios y con deseo de convertirse y lleve una vida más santa.

Antiguas tradiciones narraban que la Santísima Virgen había prometido visitar en el purgatorio a sus devotos el sábado próximo a la muerte de ellos y concederles descanso. Por eso la devoción a la Virgen del Carmen está muy ligada a la devoción a las benditas almas.